lunes, 29 de julio de 2013

Alfred Russel Wallace y la Selección Natural: La Historia Real (por el Dr. George Beccaloni, Director del Wallace Correspondence Project)

(original en inglés en http://downloads.bbc.co.uk/tv/junglehero/alfred-wallace-biography.pdf )

Marzo 2013


Alfred Russel Wallace OM, LLD, DCL, FRS, FLS nació cerca de Usk, Monmouthshire, Inglaterra (actualmente parte de Gales) el 8 de enero de 1823. Serios problemas financieros que aquejaron a su familia lo forzaron a dejar la escuela cuando sólo tenía catorce años y unos pocos meses más tarde se empleó como aprendiz de topógrafo con su hermano mayor William. Este trabajó implicó extensas caminatas a través de parajes rurales ingleses y galeses y fue entonces que se desarrolló su interés por la historia natural.  
Mientras vivía en Neath, Gales, en 1845 Wallace leyó el extremadamente popular libro de Robert Chambers, anónimamente publicado, “Vestigios de la Historia Natural de la Creación” (“Vestiges of the Natural History of Creation”) y quedó fascinado con la controversial idea de que las criaturas vivientes habían evolucionado a partir de formas más tempranas. Resultó tan interesado en el tema que sugirió a su amigo cercano Henry Walter Bates el viajar al Amazonas para recolectar y estudiar animales y plantas, con la meta de entender cómo el cambio evolutivo tenía lugar. Ambos partieron hacia Brasil en abril de 1848, pero aunque Wallace hizo muchos descubrimientos importantes durante sus cuatro años en la Cuenca Amazónica, no consiguió resolver el gran “misterio de los misterios” sobre cómo funciona la evolución.

Wallace retornó a Inglaterra en octubre de 1852, luego de sobrevivir a un desastroso naufragio que destruyó los miles de especímenes de historia natural que cuidadosamente había recolectado durante los dos últimos y más interesantes años de su viaje. Sin desanimarse, en 1854 partió en otra expedición, esta vez hacia el Archipiélago Malayo (Singapur, Malasia e Indonesia), donde pasaría ocho años de su vida recorriendo, recolectando, escribiendo y pensando sobre la evolución. Visitó cada isla importante en el archipiélago y reunió 110000 insectos, 7500 valvas de moluscos, 8050 pieles de aves y 410 especímenes de mamíferos y reptiles, incluyendo probablemente más de 5000 especies nuevas para la ciencia.

En Sarawak, Borneo, en febrero de 1855, Wallace elaboró uno de los trabajos sobre evolución más importantes que se hayan escrito hasta ese momento1. En éste propuso una “ley” que establecía que “Cada especie ha comenzado a existir coincidiendo tanto en tiempo como en espacio con una especie preexistente cercanamente relacionada”. Describió las afinidades (relaciones) entre especies como “… tan intrincadas como los brotes de un roble retorcido o el sistema vascular del cuerpo humano” con “… el tallo y ramas principales siendo representados por especies extintas…” y la “…vasta masa de ramas y gajos y minúsculos brotes y hojas dispersas…” especies vivientes. El eminente geólogo y creacionista Charles Lyell resultó tan impactado por el artículo de Wallace que en noviembre de 1855, rápidamente luego de leerlo, comenzó una “libreta de anotaciones sobre especies” en la que comenzó a contemplar la posibilidad de la evolución por primera vez.

En abril de 1856 Lyell visitó a Charles Darwin en Down House en Kent, y Darwin le confió que por los pasados 20 años había estado trabajando secretamente en una teoría (selección natural) que ingeniosamente explicaba como el cambio evolutivo tomaba lugar. No mucho después, Lyell envió a Darwin una carta urgiéndole a publicar antes de que alguien se le adelantara (probablemente tenía a Wallace en mente), por lo que en mayo de 1856, Darwin, siguiendo este consejo comenzó a escribir un “bosquejo” de sus ideas para publicarlo. Encontrándolo insatisfactorio, Darwin lo abandonó alrededor de octubre 1856 y en su lugar comenzó a trabajar en un extenso libro sobre el tema.

La idea de selección natural llegó a Wallace durante un ataque de fiebre mientras estaba en una remota isla indonesia en febrero de 1858 (no está claro si esta epifanía ocurrió en Ternate o en la vecina isla de Gilolo (Halmahera)). Tan pronto tuvo suficiente fuerza, escribió un detallado ensayo explicando su teoría y se lo envío acompañado de una carta a Darwin, de quien sabía por anterior correspondencia, estaba profundamente interesado en el tema de la transmutación de las especies (como se llamaba entonces a la evolución).

Wallace le pidió a Darwin que pasara el ensayo a Lyell (a quien Wallace no conocía), si es que Darwin lo consideraba lo suficientemente novedoso e interesante. Darwin había mencionado en una anterior carta a Wallace que Lyell había hallado su artículo de 1855 digno de atención y Wallace debió haber pensado que Lyell estaría interesado en saber sobre su nueva teoría, puesto que claramente explicaba la “ley” que Wallace había propuesto en aquel artículo.    

Darwin, habiendo formulado la selección natural años antes, se horrorizó cuando recibió el ensayo de Wallace e inmediatamente escribió una angustiosa carta a Lyell pidiendo consejo sobre qué debería hacer. “Nunca he visto una más sorprendente coincidencia. Si Wallace hubiera tenido mi bosquejo manuscrito de 1842 ¡no habría podido hacer un resumen breve mejor!… Así toda mi originalidad, cuanta pudiera haber sido, será arruinada.” exclamó2. Lyell se puso de acuerdo con otro de los amigos cercanos de Darwin, Joseph Hooker, y en lugar de intentar solicitar permiso a Wallace, decidieron presentar su ensayo más otros dos extractos de escritos de Darwin en la materia (para los que nunca se había previsto publicación3) en una reunión de la Sociedad Linneana de Londres el 1 de julio de 1858. La presentación pública del ensayo de Wallace tuvo lugar sólo 14 días después de haber arribado a Inglaterra.

Las reflexiones de Darwin y Wallace sobre selección natural fueron publicadas en la revista de la sociedad bajo el título “Sobre la Tendencia de las Especies a Formar Variedades; y Sobre la Perpetuación de Variedades y Especies por Medios Naturales de Selección“ (“On the Tendency of Species to Form Varieties; And On the Perpetuation of Varieties and Species by Natural Means of Selection”). Las contribuciones de Darwin fueron ubicadas por delante del ensayo de Wallace, enfatizando así su prioridad para la idea4. Hooker había enviado a Darwin las pruebas para corrección y le había dicho que hiciese cualquier alteración que deseara5, y aunque hizo un gran número de cambios al texto que había escrito, prefirió no alterar la disposición dada por Lyell y Hooker a su contribución y la de Wallace.  

Lyell y Hooker asentaron en su introducción al artículo de Darwin-Wallace que “… ambos autores… [han]… puesto sin reservas sus escritos en nuestras manos…”, pero evidentemente esto no es cierto ya que Wallace no había dicho nada sobre publicar en la carta que había enviado a Darwin6. Wallace más tarde se quejaría de que su ensayo “…fue impreso sin mi conocimiento, y por su puesto sin ninguna corrección de las pruebas…”7.    

Como resultado de este episodio éticamente cuestionable8, Darwin dejó de trabajar en su gran libro sobre evolución y en cambio se apresuró a elaborar un “resumen” de lo que había estado escribiendo. Éste fue publicado quince meses después en noviembre de 1859 como “Sobre el Origen de las Especies” (“On the Origin of Species”): un libro que luego Wallace destacaría magnánimamente habría de “…vivir tanto como el “Principia” de Newton”9.  

A pesar del traumático nacimiento de la teoría, Darwin y Wallace desarrollaron el uno por el otro admiración y respeto genuinos. Wallace destacó frecuentemente que Darwin merecía un mayor reconocimiento por la idea de selección natural, e incluso nombró “Darwinismo” (“Darwinism”) a uno de sus libros más importantes sobre el tema. Wallace pasó el resto de su larga vida explicando, desarrollando y defendiendo la selección natural, como también trabajando en una muy amplia variedad de otros (a veces controversiales) temas. Escribió más de 1000 artículos y 22 libros, incluyendo “El Archipiélago Malayo” (“The Malay Archipelago”) y “La Distribución Geográfica de los Animales” (“The Geographical Distribution of Animals”). Hacia el momento de su muerte en 1913, era una de las personas más famosas del mundo.

Durante la vida de Wallace la teoría de selección natural fue frecuentemente referida como como la teoría Darwin-Wallace y los honores más altos posibles le fueron otorgados por su papel como codescubridor. Estos incluyeron las medallas Darwin-Wallace y de Oro Linneana de la Sociedad Linneana de Londres; las medallas Copley, Darwin y Real de la Sociedad Real (principal cuerpo científico de Gran Bretaña) y la Orden al Mérito (entregado por el monarca como el más alto honor concedido a un civil en Gran Bretaña). Fue recién en el siglo 20 cuando la estrella de Wallace comenzó a atenuarse mientras que la de Darwin brilló aún más intensamente. ¿Por qué pasó esto entonces?     

La razón puede ser la siguiente: A fines del siglo 19 y principios del 20, la selección natural como una explicación para el cambio evolutivo se tornó impopular, con  la mayoría de los biólogos adoptando teorías alternativas como el neo-Lamarckismo, la ortogénesis, o la teoría de la mutación. Fue sólo con la síntesis evolutiva moderna de las décadas de 1930 y 1940 que se aceptó ampliamente el que la selección natural es en realidad la principal fuerza evolutiva. Por entonces, sin embargo, la historia de su descubrimiento había sido olvidada en gran medida y muchos asumieron erróneamente que la idea había sido publicada por primera vez en “Sobre el Origen de las Especies” de Darwin. Gracias a la llamada “Industria Darwin” de décadas recientes, la fama de Darwin se ha incrementado exponencialmente, eclipsando las importantes contribuciones de sus contemporáneos, como Wallace. Una historia más balanceada, precisa y detallada del descubrimiento de lo que se ha referido como “… la que puede considerarse como  la idea más trascendental que jamás se le haya ocurrido a una mente humana” es una larga deuda.   
 

NOTAS

  1. Wallace, A. R. 1855. Sobre la Ley que ha regulado la introducción de nuevas especies (“On the law which has regulated the introduction of new species”). Annals and Magazine of Natural History, 16 (2da serie): 184-196.

  2. Carta de Darwin a Charles Lyell fechada 18 [junio 1858] (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2285).

  3. Estos eran un extracto del ensayo de 1844 no publicado de Darwin sobre evolución, más el contenido de una carta fechada 5 de septiembre 1857, que Darwin había escrito al botánico americano Asa Gray.

  4. Publicar el trabajo de otra persona sin su autorización era tan inaceptable por entonces como lo es hoy en día. Publicar la novedosa teoría de alguien sin su consentimiento, precedida por material pensado para dar la prioridad de la idea a alguien más es altamente cuestionable éticamente: Wallace debió ser consultado antes. Afortunadamente para Darwin y sus partidarios, Wallace pareció estar complacido por este, según se lo ha llamado, “delicado arreglo”.

  5. En una carta de Joseph Hooker a Darwin fechada 13 y 15 de julio de 1858 (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2307), Hooker puso “Envío las pruebas de Soc Linneana – Haz los cambios que prefieras…”

  6. En una carta de Darwin a Charles Lyell fechada 18 [junio 1858] (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2285), Darwin, refiriéndose al ensayo de Wallace, dice “Por favor regrésame el manuscrito el cual él no me dijo que deseara publicar…” y  en una carta de Darwin a Lyell fechada [25 junio 1858] (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2294), Darwin asentaba que “Wallace no dice nada acerca de publicar…”

  7. Carta de Wallace a A. B. Meyer fechada 22 noviembre 1869 citada en Meyer, A. B. 1895. How was Wallace led to the discovery of natural selection? Nature, 52(1348): 415.

  8. Ver Rachels, J. 1986. Darwin's moral lapse. National Forum: 22-24 (pdf disponible en http://www.jamesrachels.org/DML.pdf)

  9. Carta de Wallace a George Silk fechada 1 septiembre 1860 (WCP373 en Beccaloni, G. W. (Ed.). 2012. Wallace Letters Online www.nhm.ac.uk/wallacelettersonline.)
OTRAS NOTAS

Por favor citar este artículo (versión original en inglés) como: Beccaloni, G. W. 2013. Alfred Russel Wallace and Natural Selection: the Real Story. <http://downloads.bbc.co.uk/tv/junglehero/alfred-wallace-biography.pdf>
Este artículo es una versión ligeramente modificada de la introducción por George Beccaloni al siguiente libro publicado de forma privada: Preston, T. (Ed.) 2013. The Letter from Ternate. UK: TimPress. 96 pp.

domingo, 28 de julio de 2013

Por qué recordar a Wallace

Formalmente, la noción de selección natural como mecanismo para el cambio orgánico habría sido propuesta el 1° de julio de 1858 en una reunión de la Sociedad Linneana de Londres. Se procedió en tal ocasión con la lectura de textos de dos diferentes autores, tratándose por tanto de una presentación conjunta. Sus nombres: Charles Robert Darwin y Alfred Russel Wallace (curiosamente, ninguno de los dos estuvo presente en esa oportunidad). Ambos naturalistas Británicos son entonces padres de la idea que terminaría por revolucionar las ciencias naturales (y más).
Wallace fue un gran explorador. Sus viajes por el trópico ocuparon buena parte de su vida: entre 1848 y 1852 se aventuró en el Amazonas, para luego recorrer entre 1854 y 1862 el Archipiélago Indo-Australiano (o Malayo). De recursos económicos limitados, durante estos doce años de travesías subsistió como recolector de especímenes de historia natural que eran enviados a Inglaterra para su venta. Llegado el momento, se constituyó en un gran defensor del principio de selección natural. De hecho, en lo que concierne a presentaciones públicas, tuvo un papel más activo que el propio Darwin. Sin embargo, Wallace se mostró persistentemente reacio a recibir la parte del crédito que le correspondía por la elaboración y aplicación de la teoría, enalteciendo siempre la figura de su colega (con quien por cierto difirió en varios e importantes aspectos). Quizás su propia humildad y generosidad fueron las que contribuyeron a que su figura se desdibujase con el correr de los años tras su muerte.
El 2009 fue denominado como “año Darwin” al conmemorarse tanto los 200 años del nacimiento del gran naturalista como los 150 años de la publicación de su máxima obra, El Origen de las Especies. De la misma manera, el presente año 2013 es considerado como “año Wallace” por cumplirse un siglo de su muerte (el 7 de noviembre de 1913). En todo el mundo se organizan eventos para celebrar el genio de Wallace, recordando en el marco del llamado “Wallace100” sus expediciones y sus magistrales contribuciones a la biogeografía y la biología evolutiva (http://www.nhm.ac.uk/nature-online/science-of-natural-history/wallace/index.html).
 
Wallace100 logo

 
Es por esto que (especialmente en este año) se hace necesario como mero acto de justicia mencionar la figura de Alfred Russel Wallace en cualquier referencia a la teoría de la evolución por selección natural.

sábado, 27 de julio de 2013

Biografía de Wallace (por George Beccaloni y Charles Smith)

[versión original en inglés y con imágenes en http://wallacefund.info/biography-wallace]

Alfred Russel Wallace nació en Kensington Cottage, cerca de Usk, Monmouthshire, Inglaterra (actualmente parte de Gales), el 8 de enero de 1823. Sus padres fueron Thomas Vere Wallace y Mary Ann Wallace (Greenell de soltera), una pareja inglesa de clase media y recursos modestos.

Fue el octavo de nueve niños, tres de los cuales no sobrevivieron hasta alcanzar la adultez. El padre de Wallace era descendiente de escoceses (según se dice, de una línea que se remonta hasta el famoso William Wallace), en tanto que los Greenells eran una respetable familia de Hertford. Su bisabuelo materno fue dos veces Mayor de Hertford (en 1773 y 1779).

En 1828 cuando Wallace tenía cinco años, él y su familia se mudaron a Hertford y fue allí, en el Hertford Grammar School, donde recibió su única educación formal. Alrededor de 1835 el padre de Wallace fue despojado de su propiedad y la familia atravesó tiempos muy duros, entonces Wallace fue forzado a abandonar  el colegio en marzo de 1837 y enviado a Londres para alojarse con su hermano John.

A mediados de 1837 dejó Londres para unirse al mayor de sus hermanos, William, en Bedfordshire. William manejaba su negocio de topógrafo, y Wallace aprendió esta profesión. A fines de 1843, la escasez en el trabajo de topografía determinó que William dejara  ir a su hermano. Wallace decidió aplicar para  un puesto en el  Collegiate School en Leicester, donde fue contratado como maestro para enseñar dibujo, topografía, inglés y aritmética. Leicester tenía una buena biblioteca, y allí fue capaz de encontrar y estudiar varios trabajos importantes sobre historia natural. En algún punto durante el año 1844 conoció a un joven naturalista amateur, Henry Walter Bates. Bates, aunque dos años más joven que Wallace, era ya un entomólogo consumado, y sus colecciones y actividades de recolección pronto capturaron el interés de Wallace.

En 1845 Wallace se mudó a Neath, Gales, y fue allí donde por primera vez leyó el controversial  libro publicado anónimamente por Robert Chambers “Vestigios de la Historia Natural de la Creación” (“Vestiges of the Natural History of Creation”), que lo convenció de la realidad de la evolución (conocida entonces como transmutación). A fines de 1847/principios de 1848 Wallace, inspirado por el libro de W. H. Edward “Un viaje por el Río Amazonas” (“A Voyage Up the River Amazon”), sugirió a Bates viajar a Brasil para recolectar especímenes de insectos, aves y otros animales, tanto para sus colecciones privadas como para vender a coleccionistas y museos de Europa. El objetivo principal de la expedición, en lo que a Wallace respectaba, era el buscar evidencia en favor de la evolución e intentar descubrir su mecanismo. A Bates le gustó la idea y los dos jóvenes (por aquél tiempo Wallace tenía 25 y Bates 23) zarparon de Liverpool hacia Pará (Belém) el 26 de abril de 1848.

Al principio trabajaron como un equipo, pero luego de unos pocos meses tuvieron un desacuerdo, decidiendo separarse para recolectar en diferentes áreas. Wallace centró sus actividades en el Amazonas y el Río Negro medios, dibujando un mapa de este poderoso río usando lo que había aprendido cuando trabajó como topógrafo.  Éste fue publicado por la Sociedad Geográfica Real, Londres, y probó ser lo suficientemente exacto como para convertirse en el estándar por muchos años.

En 1852 Wallace sufría de una pobre salud y decidió retornar a Gran Bretaña. Sin embargo, a veintiséis días de iniciado el viaje, golpeó el desastre: el barco en que viajaba se incendió y hundió, llevándose consigo notas irremplazables, dibujos y mucho de lo que había recolectado. Afortunadamente, el agente de Wallace en Londres había tenido el buen tino de asegurar sus colecciones.  Wallace y la tripulación lucharon por sobrevivir en un par de botes salvavidas en los que filtraba mucha agua, y afortunadamente luego de 10 días a la deriva en mar abierto fueron rescatados por un barco de carga que iba en camino de regreso a Inglaterra.

Wallace no se sintió desalentado durante mucho tiempo tras esta desagradable experiencia, y en 1854 dejó nuevamente Gran Bretaña en una expedición de recolección al Archipiélago Malayo (actuales Singapur, Malasia e Indonesia). Pasó cerca de ocho años en la región, donde realizó entre sesenta y setenta viajes separados, recorriendo en un total combinado alrededor de 14000 millas. Visitó cada isla importante en el archipiélago al menos una vez, y varias veces en múltiples casos, para recolectar casi 110000 insectos, 7500 valvas de moluscos, 8050 pieles de ave y 410 especímenes de mamíferos y reptiles, incluyendo varios miles de especies nuevas para la ciencia. Sus descubrimientos zoológicos más conocidos son probablemente la mariposa Golden Birdwing de Wallace (Ornithoptera croesus) y el ave del paraíso Standard-Wing de Wallace (Semioptera wallacei), ambos de la Isla de Bacan, y la mariposa Birdwing del Rajah Brooke (Trogonoptera brookiana) de Borneo. El libro que escribiera luego con descripciones de su trabajo y experiencias, “El Archipiélago Malayo” (“The Malay Archipelago”), es el más celebrado de todos los relatos de viaje en esta región, considerándoselo junto con otras pocas obras como uno de los mejores libros de viaje del siglo diecinueve.

En febrero de 1855, mientras estaba en una pequeña casa en Sarawak, Borneo, Wallace escribió el que probablemente fue el trabajo más importante sobre evolución antes del descubrimiento de la selección natural. El artículo de Wallace postulando la “Ley de Sarawak” impresionó de tal forma al famoso geólogo Charles Lyell que en noviembre de 1855, poco después de leerlo,  éste comenzó una “libreta de notas sobre especies” en la cual comenzó a contemplar las implicaciones del cambio evolutivo. En abril de 1856 Lyell visitó a Darwin en Down House, y Darwin le explicó su teoría de selección natural por primera vez: una teoría en la que Darwin había estado trabajando, más o menos secretamente, por cerca de 20 años. Poco después Lyell envió una carta a Darwin urgiéndole a publicar la teoría para que nadie se le adelante (¡probablemente tenía a Wallace en mente!), por lo que en mayo de 1856 Darwin, haciendo caso a esta recomendación, inició la escritura de un  “bosquejo” de sus ideas para publicarlo. Este “bosquejo” fue abandonado alrededor de octubre de 1856, cuando Darwin comenzó en su lugar a escribir un extenso libro sobre evolución.

En febrero de 1858 Wallace sufría de un  ataque de fiebre en la villa de Dodinga, en la remota isla indonesia de Halmahera, cuando repentinamente se le ocurrió la idea de selección natural como el mecanismo para el cambio evolutivo. Tan pronto como tuvo suficiente fuerza, escribió un detallado ensayo explicando su teoría y lo envió acompañado de una carta a Charles Darwin, de quien por su correspondencia sabía estaba interesado en el tema de la evolución. Le pidió a Darwin que pasara el ensayo a Charles Lyell, en caso de que lo considerara suficientemente interesante, probablemente esperando que Lyell ayudara a que se publique en una buena revista.  Lyell (con quien Wallace nunca había intercambiado correo) era uno de los científicos más respetados de la época y Wallace debió pensar que aceptaría leer su nueva teoría porque ésta explicaba lo que había propuesto en su artículo sobre la “Ley de Sarawak”. Darwin había mencionado en una carta a Wallace que Lyell había encontrado su trabajo de 1855 digno de atención.

Sin que Wallace lo supiera, Darwin había ya descubierto la selección natural muchos años antes. Por tanto se horrorizó al recibir la carta de Wallace e inmediatamente  recurrió a sus influyentes amigos Lyell y Joseph Hooker para que lo aconsejaran sobre qué hacer. Lyell y Hooker decidieron presentar el ensayo de Wallace (¡sin antes solicitar su permiso!), junto con dos extractos no publicados de los escritos de Darwin en el tema, en una reunión de la Sociedad Linneana de Londres el 1 de julio de 1858. Estos documentos fueron publicados conjuntamente en la revista de la sociedad el 20 de agosto del mismo año, bajo el título “Sobre la tendencia de las especies a formar variedades; y sobre la perpetuación de variedades y especies por medios naturales de selección” (“On the Tendency of Species to Form Varieties; And On the Perpetuation of Varieties and Species by Natural Means of Selection”). Las contribuciones de Darwin fueron ubicadas por delante del ensayo de Wallace, enfatizando así la prioridad de Darwin para la idea. Wallace destacaría más tarde que su artículo “fue impreso sin mi conocimiento, y por supuesto sin ninguna corrección de las pruebas”, contradiciendo la afirmación de Lyell y Hooker en la introducción de los artículos conjuntos de que “ambos autores… [han] … puesto sin reservas sus artículos en nuestras manos”. Este desafortunado evento condujo a Darwin a abandonar la escritura de su gran libro en evolución y en cambio producir  un “resumen”  de lo que había escrito hasta ese momento. Dicho “resumen” fue publicado quince meses después, en noviembre de 1859, como su famoso libro “Sobre el Origen de las Especies” (“On the Origin of Species”).

El descubrimiento de Wallace de la selección natural ocurrió casi a mitad de su estadía en el Archipiélago Malayo. Él permanecería allí cuatro años más, y hacia el final de su viaje (y por el resto de su vida) sería considerado como la mayor autoridad en la región. Él fue especialmente reconocido por los estudios de su zoogeografía, incluyendo el descubrimiento y descripción de la discontinuidad faunística que  hoy lleva su nombre. La “Línea Wallace”, se extiende entre las islas de Bali y Lombok  y entre Borneo y Sulawesi, marcando el límite oriental de la distribución de muchas especies asiáticas de animales y,  simultáneamente, el límite occidental  de la distribución de muchos animales de Australasia.

Wallace regresó a Inglaterra en 1862 y en la primavera de 1866 se casó con Annie, la hija de veinte años de edad de su amigo el botánico William Mitten. Dos de sus hijos, Violet y William, alcanzaron la adultez (un tercero murió en la infancia).

Wallace pasó el resto de su larga vida defendiendo y popularizando la teoría de la selección natural y trabajando además en una muy amplia variedad de otros temas. Escribió más de 1000 artículos y 22 libros, siendo los más conocidos “El Archipiélago Malayo” (“The Malay Archipelago”), “La Distribución Geográfica de los Animales” (“The Geographical Distribution of Animals”) y “Darwinismo” (“Darwinism”).  Los honores que se le rindieron por sus muchas e importantes contribuciones a la biología, geografía, geología y antropología incluyen: la Medalla de Oro (Société de Géographie); la Medalla de los Fundadores (Sociedad Geográfica Real); la Medalla Darwin-Wallace y la Medalla de Oro Linneana (Sociedad Linneana); Medallas Copley, Darwin y Real (Sociedad Real) y la Orden al Mérito (el mayor honor que un monarca británico pueda darle a un civil).

Hacia el cambio de siglo, Wallace era probablemente el naturalista más famoso de Gran Bretaña y, cerca del final de su vida, el bien pudo ser una de las personas más famosas del mundo. Permaneció activo hasta su año noventaiuno,  pero se debilitó lentamente en sus meses finales. Murió en su cama en Broadstone el 7 de noviembre de 1913 y tres días después fue sepultado en un cementerio público cercano.  El 1 de noviembre de 1915 un medallón portando su nombre fue emplazado en la Abadía de Westminster.

Notas:
1) Para una biografía más larga y detallada consultar en el siguiente link,  http://people.wku.edu/charles.smith/wallace/BIOG.htm
2) Aunque comúnmente se cree que Wallace escribió su ensayo de 1858 sobre selección natural en la isla indonesia de Ternate, su (no publicado) diario de viaje en la Sociedad Linneana  muestra que de hecho estaba en la vecina isla de Gilolo (actualmente llamada Halmahera) en febrero de 1858 cuando lo escribió. Es posible que haya puesto “Ternate” simplemente porque esta era la isla donde tenía su base y por tanto era su dirección postal.
3) La “teoría conspirativa” de que Darwin robó ideas sobre la divergencia de especies del ensayo de Wallace de 1858 fue convincentemente desacreditada por Beddall, B. G. 1988. Darwin and divergence: The Wallace connection. Journal of the History of Biology 21(1): 1-68. Ver también http://www.skeptic.com/eskeptic/08-07-02