[versión original en inglés y con imágenes
en http://wallacefund.info/biography-wallace]
Alfred Russel Wallace nació en Kensington Cottage, cerca de Usk,
Monmouthshire, Inglaterra (actualmente parte de Gales), el 8 de enero de 1823.
Sus padres fueron Thomas Vere Wallace y Mary Ann Wallace (Greenell de soltera),
una pareja inglesa de clase media y recursos modestos.
Fue el octavo de nueve niños, tres de los cuales no sobrevivieron hasta
alcanzar la adultez. El padre de Wallace era descendiente de escoceses (según
se dice, de una línea que se remonta hasta el famoso William Wallace), en tanto
que los Greenells eran una respetable familia de Hertford. Su bisabuelo materno
fue dos veces Mayor de Hertford (en 1773 y 1779).
En 1828 cuando Wallace tenía cinco años, él y su familia se mudaron a
Hertford y fue allí, en el Hertford Grammar School, donde recibió
su única educación formal. Alrededor de 1835 el padre de Wallace fue despojado
de su propiedad y la familia atravesó tiempos muy duros, entonces Wallace fue
forzado a abandonar el colegio en marzo de 1837 y enviado a Londres para
alojarse con su hermano John.
A mediados de 1837 dejó Londres para unirse al mayor de sus hermanos,
William, en Bedfordshire. William manejaba su negocio de topógrafo, y Wallace
aprendió esta profesión. A fines de 1843, la escasez en el trabajo de
topografía determinó que William dejara ir a su hermano. Wallace decidió
aplicar para un puesto en el Collegiate School en
Leicester, donde fue contratado como maestro para enseñar dibujo, topografía,
inglés y aritmética. Leicester tenía una buena biblioteca, y allí fue capaz de
encontrar y estudiar varios trabajos importantes sobre historia natural. En
algún punto durante el año 1844 conoció a un joven naturalista amateur, Henry
Walter Bates. Bates, aunque dos años más joven que Wallace, era ya un
entomólogo consumado, y sus colecciones y actividades de recolección pronto
capturaron el interés de Wallace.
En 1845 Wallace se mudó a Neath, Gales, y fue allí donde por primera vez
leyó el controversial libro publicado anónimamente por Robert Chambers
“Vestigios de la Historia Natural de la Creación” (“Vestiges of the Natural
History of Creation”), que lo convenció de la realidad de la evolución
(conocida entonces como transmutación). A fines de 1847/principios de 1848
Wallace, inspirado por el libro de W. H. Edward “Un viaje por el Río Amazonas”
(“A Voyage Up the River Amazon”), sugirió a Bates viajar a Brasil para
recolectar especímenes de insectos, aves y otros animales, tanto para sus
colecciones privadas como para vender a coleccionistas y museos de Europa. El
objetivo principal de la expedición, en lo que a Wallace respectaba, era el
buscar evidencia en favor de la evolución e intentar descubrir su mecanismo. A
Bates le gustó la idea y los dos jóvenes (por aquél tiempo Wallace tenía 25 y
Bates 23) zarparon de Liverpool hacia Pará (Belém) el 26 de abril de 1848.
Al principio trabajaron como un equipo, pero luego de unos pocos meses
tuvieron un desacuerdo, decidiendo separarse para recolectar en diferentes
áreas. Wallace centró sus actividades en el Amazonas y el Río Negro medios,
dibujando un mapa de este poderoso río usando lo que había aprendido cuando
trabajó como topógrafo. Éste fue publicado por la Sociedad Geográfica
Real, Londres, y probó ser lo suficientemente exacto como para convertirse en
el estándar por muchos años.
En 1852 Wallace sufría de una pobre salud y decidió retornar a Gran
Bretaña. Sin embargo, a veintiséis días de iniciado el viaje, golpeó el
desastre: el barco en que viajaba se incendió y hundió, llevándose consigo
notas irremplazables, dibujos y mucho de lo que había recolectado.
Afortunadamente, el agente de Wallace en Londres había tenido el buen tino de
asegurar sus colecciones. Wallace y la tripulación lucharon por
sobrevivir en un par de botes salvavidas en los que filtraba mucha agua, y afortunadamente
luego de 10 días a la deriva en mar abierto fueron rescatados por un barco de
carga que iba en camino de regreso a Inglaterra.
Wallace no se sintió desalentado durante mucho tiempo tras esta
desagradable experiencia, y en 1854 dejó nuevamente Gran Bretaña en una
expedición de recolección al Archipiélago Malayo (actuales Singapur, Malasia e
Indonesia). Pasó cerca de ocho años en la región, donde realizó entre sesenta y
setenta viajes separados, recorriendo en un total combinado alrededor de 14000
millas. Visitó cada isla importante en el archipiélago al menos una vez, y
varias veces en múltiples casos, para recolectar casi 110000 insectos, 7500
valvas de moluscos, 8050 pieles de ave y 410 especímenes de mamíferos y
reptiles, incluyendo varios miles de especies nuevas para la ciencia. Sus
descubrimientos zoológicos más conocidos son probablemente la mariposa Golden
Birdwing de Wallace (Ornithoptera croesus) y el ave del paraíso Standard-Wing de
Wallace (Semioptera wallacei), ambos de la Isla de Bacan, y la mariposa Birdwing del
Rajah Brooke (Trogonoptera brookiana) de Borneo. El libro que escribiera
luego con descripciones de su trabajo y experiencias, “El Archipiélago Malayo”
(“The Malay Archipelago”), es el más celebrado de todos los relatos de
viaje en esta región, considerándoselo junto con otras pocas obras como uno de
los mejores libros de viaje del siglo diecinueve.
En febrero de 1855, mientras estaba en una pequeña casa en Sarawak,
Borneo, Wallace escribió el que probablemente fue el trabajo más importante
sobre evolución antes del descubrimiento de la selección natural. El artículo
de Wallace postulando la “Ley de Sarawak” impresionó de tal forma al famoso
geólogo Charles Lyell que en noviembre de 1855, poco después de leerlo,
éste comenzó una “libreta de notas sobre especies” en la cual comenzó a
contemplar las implicaciones del cambio evolutivo. En abril de 1856 Lyell
visitó a Darwin en Down House, y Darwin le explicó su teoría de selección
natural por primera vez: una teoría en la que Darwin había estado trabajando,
más o menos secretamente, por cerca de 20 años. Poco después Lyell envió una
carta a Darwin urgiéndole a publicar la teoría para que nadie se le adelante
(¡probablemente tenía a Wallace en mente!), por lo que en mayo de 1856 Darwin,
haciendo caso a esta recomendación, inició la escritura de un “bosquejo”
de sus ideas para publicarlo. Este “bosquejo” fue abandonado alrededor de
octubre de 1856, cuando Darwin comenzó en su lugar a escribir un extenso libro
sobre evolución.
En febrero de 1858 Wallace sufría de un ataque de fiebre en la
villa de Dodinga, en la remota isla indonesia de Halmahera, cuando
repentinamente se le ocurrió la idea de selección natural como el mecanismo
para el cambio evolutivo. Tan pronto como tuvo suficiente fuerza, escribió un
detallado ensayo explicando su teoría y lo envió acompañado de una carta a
Charles Darwin, de quien por su correspondencia sabía estaba interesado en el
tema de la evolución. Le pidió a Darwin que pasara el ensayo a Charles Lyell,
en caso de que lo considerara suficientemente interesante, probablemente
esperando que Lyell ayudara a que se publique en una buena revista. Lyell
(con quien Wallace nunca había intercambiado correo) era uno de los científicos
más respetados de la época y Wallace debió pensar que aceptaría leer su nueva
teoría porque ésta explicaba lo que había propuesto en su artículo sobre la
“Ley de Sarawak”. Darwin había mencionado en una carta a Wallace que Lyell
había encontrado su trabajo de 1855 digno de atención.
Sin que Wallace lo supiera, Darwin había ya descubierto la selección
natural muchos años antes. Por tanto se horrorizó al recibir la carta de
Wallace e inmediatamente recurrió a sus influyentes amigos Lyell y Joseph
Hooker para que lo aconsejaran sobre qué hacer. Lyell y Hooker decidieron
presentar el ensayo de Wallace (¡sin antes solicitar su permiso!), junto con
dos extractos no publicados de los escritos de Darwin en el tema, en una
reunión de la Sociedad Linneana de Londres el 1 de julio de 1858. Estos
documentos fueron publicados conjuntamente en la revista de la sociedad el 20
de agosto del mismo año, bajo el título “Sobre la tendencia de las especies a
formar variedades; y sobre la perpetuación de variedades y especies por medios
naturales de selección” (“On the Tendency of Species to Form Varieties; And
On the Perpetuation of Varieties and Species by Natural Means of Selection”).
Las contribuciones de Darwin fueron ubicadas por delante del ensayo de Wallace,
enfatizando así la prioridad de Darwin para la idea. Wallace destacaría más
tarde que su artículo “fue impreso sin mi conocimiento, y por supuesto sin
ninguna corrección de las pruebas”, contradiciendo la afirmación de Lyell y
Hooker en la introducción de los artículos conjuntos de que “ambos autores…
[han] … puesto sin reservas sus artículos en nuestras manos”. Este
desafortunado evento condujo a Darwin a abandonar la escritura de su gran libro
en evolución y en cambio producir un “resumen” de lo que había
escrito hasta ese momento. Dicho “resumen” fue publicado quince meses después,
en noviembre de 1859, como su famoso libro “Sobre el Origen de las Especies” (“On
the Origin of Species”).
El descubrimiento de Wallace de la selección natural ocurrió casi a
mitad de su estadía en el Archipiélago Malayo. Él permanecería allí cuatro años
más, y hacia el final de su viaje (y por el resto de su vida) sería considerado
como la mayor autoridad en la región. Él fue especialmente reconocido por los
estudios de su zoogeografía, incluyendo el descubrimiento y descripción de la
discontinuidad faunística que hoy lleva su nombre. La “Línea Wallace”, se
extiende entre las islas de Bali y Lombok y entre Borneo y Sulawesi,
marcando el límite oriental de la distribución de muchas especies asiáticas de
animales y, simultáneamente, el límite occidental de la
distribución de muchos animales de Australasia.
Wallace regresó a Inglaterra en 1862 y en la primavera de 1866 se casó
con Annie, la hija de veinte años de edad de su amigo el botánico William
Mitten. Dos de sus hijos, Violet y William, alcanzaron la adultez (un tercero
murió en la infancia).
Wallace pasó el resto de su larga vida defendiendo y popularizando la
teoría de la selección natural y trabajando además en una muy amplia variedad
de otros temas. Escribió más de 1000 artículos y 22 libros, siendo los más
conocidos “El Archipiélago Malayo” (“The Malay Archipelago”), “La
Distribución Geográfica de los Animales” (“The Geographical Distribution of
Animals”) y “Darwinismo” (“Darwinism”). Los honores que se le
rindieron por sus muchas e importantes contribuciones a la biología, geografía,
geología y antropología incluyen: la Medalla de Oro (Société de Géographie); la
Medalla de los Fundadores (Sociedad Geográfica Real); la Medalla Darwin-Wallace
y la Medalla de Oro Linneana (Sociedad Linneana); Medallas Copley, Darwin y
Real (Sociedad Real) y la Orden al Mérito (el mayor honor que un monarca
británico pueda darle a un civil).
Hacia el cambio de siglo, Wallace era probablemente el naturalista más
famoso de Gran Bretaña y, cerca del final de su vida, el bien pudo ser una de
las personas más famosas del mundo. Permaneció activo hasta su año noventaiuno,
pero se debilitó lentamente en sus meses finales. Murió en su cama en
Broadstone el 7 de noviembre de 1913 y tres días después fue sepultado en un
cementerio público cercano. El 1 de noviembre de 1915 un medallón
portando su nombre fue emplazado en la Abadía de Westminster.
Notas:
1) Para una biografía más larga y detallada
consultar en el siguiente link, http://people.wku.edu/charles.smith/wallace/BIOG.htm
2) Aunque comúnmente se cree que
Wallace escribió su ensayo de 1858 sobre selección natural en la isla indonesia
de Ternate, su (no publicado) diario de viaje en la Sociedad Linneana muestra
que de hecho estaba en la vecina isla de Gilolo (actualmente llamada Halmahera)
en febrero de 1858 cuando lo escribió. Es posible que haya puesto “Ternate”
simplemente porque esta era la isla donde tenía su base y por tanto era su
dirección postal.
3) La “teoría conspirativa” de que
Darwin robó ideas sobre la divergencia de especies del ensayo de Wallace de
1858 fue convincentemente desacreditada por Beddall, B. G. 1988. Darwin and divergence: The Wallace connection.
Journal of the History of Biology 21(1): 1-68. Ver también http://www.skeptic.com/eskeptic/08-07-02
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