lunes, 29 de julio de 2013

Alfred Russel Wallace y la Selección Natural: La Historia Real (por el Dr. George Beccaloni, Director del Wallace Correspondence Project)

(original en inglés en http://downloads.bbc.co.uk/tv/junglehero/alfred-wallace-biography.pdf )

Marzo 2013


Alfred Russel Wallace OM, LLD, DCL, FRS, FLS nació cerca de Usk, Monmouthshire, Inglaterra (actualmente parte de Gales) el 8 de enero de 1823. Serios problemas financieros que aquejaron a su familia lo forzaron a dejar la escuela cuando sólo tenía catorce años y unos pocos meses más tarde se empleó como aprendiz de topógrafo con su hermano mayor William. Este trabajó implicó extensas caminatas a través de parajes rurales ingleses y galeses y fue entonces que se desarrolló su interés por la historia natural.  
Mientras vivía en Neath, Gales, en 1845 Wallace leyó el extremadamente popular libro de Robert Chambers, anónimamente publicado, “Vestigios de la Historia Natural de la Creación” (“Vestiges of the Natural History of Creation”) y quedó fascinado con la controversial idea de que las criaturas vivientes habían evolucionado a partir de formas más tempranas. Resultó tan interesado en el tema que sugirió a su amigo cercano Henry Walter Bates el viajar al Amazonas para recolectar y estudiar animales y plantas, con la meta de entender cómo el cambio evolutivo tenía lugar. Ambos partieron hacia Brasil en abril de 1848, pero aunque Wallace hizo muchos descubrimientos importantes durante sus cuatro años en la Cuenca Amazónica, no consiguió resolver el gran “misterio de los misterios” sobre cómo funciona la evolución.

Wallace retornó a Inglaterra en octubre de 1852, luego de sobrevivir a un desastroso naufragio que destruyó los miles de especímenes de historia natural que cuidadosamente había recolectado durante los dos últimos y más interesantes años de su viaje. Sin desanimarse, en 1854 partió en otra expedición, esta vez hacia el Archipiélago Malayo (Singapur, Malasia e Indonesia), donde pasaría ocho años de su vida recorriendo, recolectando, escribiendo y pensando sobre la evolución. Visitó cada isla importante en el archipiélago y reunió 110000 insectos, 7500 valvas de moluscos, 8050 pieles de aves y 410 especímenes de mamíferos y reptiles, incluyendo probablemente más de 5000 especies nuevas para la ciencia.

En Sarawak, Borneo, en febrero de 1855, Wallace elaboró uno de los trabajos sobre evolución más importantes que se hayan escrito hasta ese momento1. En éste propuso una “ley” que establecía que “Cada especie ha comenzado a existir coincidiendo tanto en tiempo como en espacio con una especie preexistente cercanamente relacionada”. Describió las afinidades (relaciones) entre especies como “… tan intrincadas como los brotes de un roble retorcido o el sistema vascular del cuerpo humano” con “… el tallo y ramas principales siendo representados por especies extintas…” y la “…vasta masa de ramas y gajos y minúsculos brotes y hojas dispersas…” especies vivientes. El eminente geólogo y creacionista Charles Lyell resultó tan impactado por el artículo de Wallace que en noviembre de 1855, rápidamente luego de leerlo, comenzó una “libreta de anotaciones sobre especies” en la que comenzó a contemplar la posibilidad de la evolución por primera vez.

En abril de 1856 Lyell visitó a Charles Darwin en Down House en Kent, y Darwin le confió que por los pasados 20 años había estado trabajando secretamente en una teoría (selección natural) que ingeniosamente explicaba como el cambio evolutivo tomaba lugar. No mucho después, Lyell envió a Darwin una carta urgiéndole a publicar antes de que alguien se le adelantara (probablemente tenía a Wallace en mente), por lo que en mayo de 1856, Darwin, siguiendo este consejo comenzó a escribir un “bosquejo” de sus ideas para publicarlo. Encontrándolo insatisfactorio, Darwin lo abandonó alrededor de octubre 1856 y en su lugar comenzó a trabajar en un extenso libro sobre el tema.

La idea de selección natural llegó a Wallace durante un ataque de fiebre mientras estaba en una remota isla indonesia en febrero de 1858 (no está claro si esta epifanía ocurrió en Ternate o en la vecina isla de Gilolo (Halmahera)). Tan pronto tuvo suficiente fuerza, escribió un detallado ensayo explicando su teoría y se lo envío acompañado de una carta a Darwin, de quien sabía por anterior correspondencia, estaba profundamente interesado en el tema de la transmutación de las especies (como se llamaba entonces a la evolución).

Wallace le pidió a Darwin que pasara el ensayo a Lyell (a quien Wallace no conocía), si es que Darwin lo consideraba lo suficientemente novedoso e interesante. Darwin había mencionado en una anterior carta a Wallace que Lyell había hallado su artículo de 1855 digno de atención y Wallace debió haber pensado que Lyell estaría interesado en saber sobre su nueva teoría, puesto que claramente explicaba la “ley” que Wallace había propuesto en aquel artículo.    

Darwin, habiendo formulado la selección natural años antes, se horrorizó cuando recibió el ensayo de Wallace e inmediatamente escribió una angustiosa carta a Lyell pidiendo consejo sobre qué debería hacer. “Nunca he visto una más sorprendente coincidencia. Si Wallace hubiera tenido mi bosquejo manuscrito de 1842 ¡no habría podido hacer un resumen breve mejor!… Así toda mi originalidad, cuanta pudiera haber sido, será arruinada.” exclamó2. Lyell se puso de acuerdo con otro de los amigos cercanos de Darwin, Joseph Hooker, y en lugar de intentar solicitar permiso a Wallace, decidieron presentar su ensayo más otros dos extractos de escritos de Darwin en la materia (para los que nunca se había previsto publicación3) en una reunión de la Sociedad Linneana de Londres el 1 de julio de 1858. La presentación pública del ensayo de Wallace tuvo lugar sólo 14 días después de haber arribado a Inglaterra.

Las reflexiones de Darwin y Wallace sobre selección natural fueron publicadas en la revista de la sociedad bajo el título “Sobre la Tendencia de las Especies a Formar Variedades; y Sobre la Perpetuación de Variedades y Especies por Medios Naturales de Selección“ (“On the Tendency of Species to Form Varieties; And On the Perpetuation of Varieties and Species by Natural Means of Selection”). Las contribuciones de Darwin fueron ubicadas por delante del ensayo de Wallace, enfatizando así su prioridad para la idea4. Hooker había enviado a Darwin las pruebas para corrección y le había dicho que hiciese cualquier alteración que deseara5, y aunque hizo un gran número de cambios al texto que había escrito, prefirió no alterar la disposición dada por Lyell y Hooker a su contribución y la de Wallace.  

Lyell y Hooker asentaron en su introducción al artículo de Darwin-Wallace que “… ambos autores… [han]… puesto sin reservas sus escritos en nuestras manos…”, pero evidentemente esto no es cierto ya que Wallace no había dicho nada sobre publicar en la carta que había enviado a Darwin6. Wallace más tarde se quejaría de que su ensayo “…fue impreso sin mi conocimiento, y por su puesto sin ninguna corrección de las pruebas…”7.    

Como resultado de este episodio éticamente cuestionable8, Darwin dejó de trabajar en su gran libro sobre evolución y en cambio se apresuró a elaborar un “resumen” de lo que había estado escribiendo. Éste fue publicado quince meses después en noviembre de 1859 como “Sobre el Origen de las Especies” (“On the Origin of Species”): un libro que luego Wallace destacaría magnánimamente habría de “…vivir tanto como el “Principia” de Newton”9.  

A pesar del traumático nacimiento de la teoría, Darwin y Wallace desarrollaron el uno por el otro admiración y respeto genuinos. Wallace destacó frecuentemente que Darwin merecía un mayor reconocimiento por la idea de selección natural, e incluso nombró “Darwinismo” (“Darwinism”) a uno de sus libros más importantes sobre el tema. Wallace pasó el resto de su larga vida explicando, desarrollando y defendiendo la selección natural, como también trabajando en una muy amplia variedad de otros (a veces controversiales) temas. Escribió más de 1000 artículos y 22 libros, incluyendo “El Archipiélago Malayo” (“The Malay Archipelago”) y “La Distribución Geográfica de los Animales” (“The Geographical Distribution of Animals”). Hacia el momento de su muerte en 1913, era una de las personas más famosas del mundo.

Durante la vida de Wallace la teoría de selección natural fue frecuentemente referida como como la teoría Darwin-Wallace y los honores más altos posibles le fueron otorgados por su papel como codescubridor. Estos incluyeron las medallas Darwin-Wallace y de Oro Linneana de la Sociedad Linneana de Londres; las medallas Copley, Darwin y Real de la Sociedad Real (principal cuerpo científico de Gran Bretaña) y la Orden al Mérito (entregado por el monarca como el más alto honor concedido a un civil en Gran Bretaña). Fue recién en el siglo 20 cuando la estrella de Wallace comenzó a atenuarse mientras que la de Darwin brilló aún más intensamente. ¿Por qué pasó esto entonces?     

La razón puede ser la siguiente: A fines del siglo 19 y principios del 20, la selección natural como una explicación para el cambio evolutivo se tornó impopular, con  la mayoría de los biólogos adoptando teorías alternativas como el neo-Lamarckismo, la ortogénesis, o la teoría de la mutación. Fue sólo con la síntesis evolutiva moderna de las décadas de 1930 y 1940 que se aceptó ampliamente el que la selección natural es en realidad la principal fuerza evolutiva. Por entonces, sin embargo, la historia de su descubrimiento había sido olvidada en gran medida y muchos asumieron erróneamente que la idea había sido publicada por primera vez en “Sobre el Origen de las Especies” de Darwin. Gracias a la llamada “Industria Darwin” de décadas recientes, la fama de Darwin se ha incrementado exponencialmente, eclipsando las importantes contribuciones de sus contemporáneos, como Wallace. Una historia más balanceada, precisa y detallada del descubrimiento de lo que se ha referido como “… la que puede considerarse como  la idea más trascendental que jamás se le haya ocurrido a una mente humana” es una larga deuda.   
 

NOTAS

  1. Wallace, A. R. 1855. Sobre la Ley que ha regulado la introducción de nuevas especies (“On the law which has regulated the introduction of new species”). Annals and Magazine of Natural History, 16 (2da serie): 184-196.

  2. Carta de Darwin a Charles Lyell fechada 18 [junio 1858] (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2285).

  3. Estos eran un extracto del ensayo de 1844 no publicado de Darwin sobre evolución, más el contenido de una carta fechada 5 de septiembre 1857, que Darwin había escrito al botánico americano Asa Gray.

  4. Publicar el trabajo de otra persona sin su autorización era tan inaceptable por entonces como lo es hoy en día. Publicar la novedosa teoría de alguien sin su consentimiento, precedida por material pensado para dar la prioridad de la idea a alguien más es altamente cuestionable éticamente: Wallace debió ser consultado antes. Afortunadamente para Darwin y sus partidarios, Wallace pareció estar complacido por este, según se lo ha llamado, “delicado arreglo”.

  5. En una carta de Joseph Hooker a Darwin fechada 13 y 15 de julio de 1858 (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2307), Hooker puso “Envío las pruebas de Soc Linneana – Haz los cambios que prefieras…”

  6. En una carta de Darwin a Charles Lyell fechada 18 [junio 1858] (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2285), Darwin, refiriéndose al ensayo de Wallace, dice “Por favor regrésame el manuscrito el cual él no me dijo que deseara publicar…” y  en una carta de Darwin a Lyell fechada [25 junio 1858] (Darwin Correspondence Database, http://www.darwinproject.ac.uk/entry-2294), Darwin asentaba que “Wallace no dice nada acerca de publicar…”

  7. Carta de Wallace a A. B. Meyer fechada 22 noviembre 1869 citada en Meyer, A. B. 1895. How was Wallace led to the discovery of natural selection? Nature, 52(1348): 415.

  8. Ver Rachels, J. 1986. Darwin's moral lapse. National Forum: 22-24 (pdf disponible en http://www.jamesrachels.org/DML.pdf)

  9. Carta de Wallace a George Silk fechada 1 septiembre 1860 (WCP373 en Beccaloni, G. W. (Ed.). 2012. Wallace Letters Online www.nhm.ac.uk/wallacelettersonline.)
OTRAS NOTAS

Por favor citar este artículo (versión original en inglés) como: Beccaloni, G. W. 2013. Alfred Russel Wallace and Natural Selection: the Real Story. <http://downloads.bbc.co.uk/tv/junglehero/alfred-wallace-biography.pdf>
Este artículo es una versión ligeramente modificada de la introducción por George Beccaloni al siguiente libro publicado de forma privada: Preston, T. (Ed.) 2013. The Letter from Ternate. UK: TimPress. 96 pp.

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