Habiendo tenido la oportunidad de
observar a esta singular ave en su país nativo, algunos comentarios sobre sus
características y hábitos pueden quizás ser no poco interesantes, a la vez que
un cargamento que he enviado ya habría llegado a Inglaterra.
El pájaro-paraguas tiene
aproximadamente el tamaño de un cuervo, promediando unas 18 pulgadas de largo.
Su color es enteramente negro, pero que cambia a tonos de azul metálico en el
borde externo de las plumas. El color del iris es gris blanquecino. Es un ave
poderosa, con un pico muy grande y fuerte, las patas cortas, y las garras
agudas.
A no ser por su cresta y el
mechón del cuello, a un observador común no le parecería nada más que un cuervo
de patas cortas.
La cresta es quizás la más
desarrollada y hermosa de cualquier ave conocida. Está compuesta de plumas
largas y finas, que surgen de una piel contráctil sobre la cabeza. Los cañones
son color blanco y los penachos azul brillante, semejantes a cabellos, y están curvados
hacia afuera en la punta. Cuando la cresta está relajada, los cañones forman
una masa blanca compacta, que se inclina hacia arriba desde la parte superior
de la cabeza, y es coronada por densos penachos pilosos. Incluso en esta
posición la cresta no deja de ser elegante, pero es cuando se despliega por
completo que su peculiaridad se manifiesta. Los cañones entonces irradian hacia
todos lados desde la cima de la cabeza, llegando en el frente más allá y más
abajo que la parte superior del pico, el cual queda completamente escondido a
la vista. En ese momento la parte de arriba forma un domo perfecto, ligeramente
alargado, de un hermoso color azul brillante, teniendo un punto de divergencia
por detrás del centro, como el de la cabeza humana. El largo de este domo de
adelante a atrás es de unas 5 pulgadas, el ancho de 4 a 4 ½ pulgadas. El otro
apéndice singular de esta ave es el mechón del cuello. Este es un largo y
cilíndrico mechón de plumas que surgen de la mitad del cuello, y bien puede ser
llevado cerca del pecho o inflado y colgando al frente. Las plumas se
superponen, como en escalera, y están bordeadas con delicado azul metálico.
Al examinar la estructura de este
mechón, se encuentra que no está compuesto sólo de plumas que crecen desde el
cuello, como parece haber sido supuesto hasta ahora. La piel del cuello está
muy floja; de hecho, más suelta y agrandada que en cualquier ave de la que yo
sepa. De la parte de abajo crece una protuberancia carnosa cilíndrica tan
gruesa como una pluma de ganso y de una pulgada y media de largo. De ésta salen
las plumas, produciendo así el hermoso mechón cilíndrico bastante despegado del
pecho, y formando un ornamento tan único y elegante como la cresta misma.
Cuando el ave está en movimiento,
ya sea volando o alimentándose, la cresta está relajada y el mechón es cargado
cerca del pecho, no siendo llamativa. Cuando descansa durante el día, la cresta
está totalmente expandida, y el mechón bastante agrandado y colgando hacia
adelante. De noche, cuando duerme, todas las plumas son infladas hasta su
máximo, y a veces la cabeza es girada hasta el punto de dejar al domo de la
cresta en medio de la espalda. El ave presenta entonces una apariencia de lo
más singular, sin que se vean la cabeza y las patas, sólo notándose el mechón y
la cresta entre una masa de plumas.
Me fue posible hacer estas
observaciones al tener un bonito macho vivo por diez días. Éste había recibido
un disparo en la cabeza, pero no pareció sufrir los efectos dañinos, hasta que
al décimo día cayó repentinamente de su percha y murió. Hallé, al quitarle la
piel, que el disparo había roto su cráneo y entrado al cerebro.
El pájaro-paraguas habita las
islas de los ríos, no siendo visto nunca en tierra firme. Es totalmente
arbóreo, no descendiendo nunca al suelo. Su alimento son varias clases de frutos,
pero cuando estos son escasos come insectos: mi cazador vio uno con una gran
araña peluda (Mygale) en su boca. Al
tomar un insecto o fruto, éste golpea su pico contra su percha varias veces,
aparentemente para matarlo o ablandarlo, o asegurarlo más firmemente en su
pico, y entonces luego de dos o tres mordidas lo engulle entero. Algunos de los
frutos que come son de alrededor del tamaño de una ciruela, y tienen un carozo,
que es expulsado por la boca una hora o dos después de comer.
Su llamado es muy fuerte y profundo,
y es por éste que ha recibido su nombre indio de “Ueramimbé”, que significa
“pájaro-trompeta“. Hace sonar su voz
temprano en la mañana y en la tarde. Frecuenta los árboles más altos del bosque,
pero se dice que construye su nido bastante más abajo. Su nido estaría hecho
muy toscamente de palitos, y los jóvenes estando muy desnudos serían muy feos. No he sido capaz de determinar el color ni el
tamaño de los huevos.
Al remontar el Amazonas, aparece
primero frente a la boca del Madeira, en algunas islas. En el Sohuives, tan
lejos como los límites del Brasil, también se lo encuentra, y probablemente más
allá. Sin embargo, el Rio Negro es su lugar principal; y allí, en las numerosas
islas de ese río, es muy abundante. Se extiende al menos cuatrocientas millas
río arriba, y muy probablemente mucho más lejos. No he oído de su presencia en
el Rio Branco, Madeira, u otro de los grande tributarios del Amazonas. He sido
informado por un cazador, que hacia donde nace el Rio Negro se encuentra otra
especie, y espero pronto tener los medios para verificarlo.
Barra do Rio Negro, 10 de marzo,
1850.
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Texto en versión original en inglés: John
van Wyhe, ed. 2012-. Wallace Online. (http://wallace-online.org/). RECORD: S005. Wallace, A. R. 1850. On the
Umbrella Bird (Cephalopterus ornatus), "Ueramimbé," L.G. Proceedings
of the Zoological Society of London 18 (23 July): 206-207.
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