martes, 26 de abril de 2016

Sobre los Monos del Amazonas. Por ALFRED R. WALLACE

El gran valle del Amazonas es rico en especies de Monos, y durante mi residencia allí tuve muchas oportunidades de familiarizarme con sus hábitos y distribución. Haré algunas pocas observaciones referidas principalmente al último particular. He visto veintiuna especies; siete con colas prensiles y catorce con colas no prensiles, como se muestra en la siguiente lista:

3 Aulladores, viz.—Mycetes ursinus, M. caraya (?) y M. Beelzebub;
1 Mono Araña,—Ateles paniscus;
1 Mono de Panza Grande  (Barrigudo de los brasileros),—Lagothrix Humboldtii;
2 Sapajou,—Cebus gracilis (Spix) y C. apella (?);
4 Monos de Cola Corta,—Brachyurus couxiu, B. ouakari (Spix), B. rubicundus (? Calvus, B. M.), y una nueva especie;
2 Monos Perezoso,—Pithecia irrorata y una especie no descripta;
3 Monos Ardilla, —Callithrix sciureus, C. personatus y C. torquatus;
2 Monos Nocturnos, —Nyctipithecus trivirgatus y N. felinus; y
3 Monos  Tití, —Jacchus bicolor, J. tamarin y una nueva especie.

Los Monos Aulladores son generalmente abundantes; sin embargo, las diferentes especies son halladas en localidades separadas; estando Mycetes Beelzebub aparentemente confinada al Amazonas Inferior, en los alrededores de Para; una especie negra, M. caraya (?), al Amazonas Superior; y una especie roja, M. ursinus, al Rio Negro y al Amazonas Superior.  Parece existir mucha confusión con respecto a las especies de Aulladores, debido a la diferencia de color entre los sexos de algunas especies. Las especies roja y negra del Amazonas, sin embargo, son del mismo color en ambos sexos. Las especies de este  género son seminocturnas en sus hábitos, dando sus gritos cerca del anochecer y antes del amanecer, y también al aproximarse la lluvia. Humboldt observa, que el tremendo ruido que hacen puede ser explicado solamente por el gran número de individuos que se unen para producirlo. Mis propias observaciones, y el testimonio unánime de los indios, prueban que éste no es el caso. Un único individuo hace el aullido, que es ciertamente de extraordinaria profundidad y volumen y curiosamente modulado; pero al apreciar atentamente lo repentino con que éste cesa y comienza de nuevo, es evidente que es producido por un animal, que es generalmente un macho por completo maduro. Al diseccionar la garganta, nuestras preguntas sobre el ruido terminan; además del conducto óseo formado por el hioides expandido, hay un fuerte aparato muscular que parece actuar como un fuelle al forzar un cuerpo de aire a través de la cavidad ósea reverberante.
           
Del género Ateles, los Monos Araña de cuatro dedos, una especie es encontrada sólo en el distrito de Guayana, al norte del Amazonas y Rio Negro. Otro, probablemente Ateles ater, habita el distrito oeste de Brasil en el río Purus. Estos monos son lentos en sus movimientos, pero hacen gran uso de sus colas prensiles, con las que se balancean de rama a rama; y he sido informado de que dos han sido vistos uniendo sus manos y colas prensiles, formando un puente para que sus jóvenes pasen por encima. Los indios también dicen, que este animal generalmente se mueve suspendido por debajo de las ramas, no caminando sobre ellas.

El siguiente género, Lagothrix, es muy interesante, siendo completamente desconocido en Guayana y el este de Brasil. La especie con la que estoy familiarizado (L. Humboldtii) se encuentra en el distrito sudoeste del Rio Negro, hacia los Andes, que yo llamo el distrito de Ecuador del Amazonas. Se destacan por su pelaje gris lanudo grueso, sus largas colas prensiles, y carácter muy apacible. En el Amazonas superior son las especies que más frecuentemente se ven  domesticadas, siendo las favoritas, por sus semblantes serios, pareciéndose más al rostro humano que los de otros Monos, sus maneras tranquilas, y el gran cariño y docilidad que exhiben. Tuve tres de ellos por varios meses antes de dejar Brasil, y estuvieron a bordo conmigo en el momento que el barco se incendió, cuando, con sus compañeros, perecieron todos.

Los Monos Sapajou, formando el género Cebus, parecen estar más generalmente distribuidos, y las especies ocupan una extensión más amplia. También son frecuentemente domesticados, pero presentan un contraste marcado con las especies del último género, en su constante actividad e inquietud, y tienen la fama de ser lo monos más traviesos en el país.     

Cada especie del género Brachyurus parece estar confinada a un distrito particular. El B. couxiu es nativo de Guayana, y no pasa el Rio Negro al oeste, o el Amazonas al sur. El B. ouakari es encontrado en el Rio Negro Superior;  el B. rubicundus en el Amazonas superior, llamado el Solimoes; y otra especie, aparentemente no descripta, se halla en la parte inferior del mismo río.

Los Monos Perezoso, formando el género Pithecia, tienen una extensa distribución en lo que respecta al género, pero las especies por separado parecen cada una confinada a un espacio limitado. De las dos especies que habitan el distrito del Amazonas, una, el P. irrorata, es encontrada en la orilla sur del Amazonas superior; y otra, aparentemente no descripta y notable por una barba roja brillante alrededor del rostro y bajo el mentón, se presenta sólo al sudoeste del Rio Negro.

De los pequeños Monos Ardilla, uno, el Callithrix sciureus, un espécimen del cual está ahora en los Jardines de la Sociedad, tiene una distribución extensa, siendo hallado en ambas orillas del Amazonas y Rio Negro. El C. torquatus, una especie con collar blanco, es encontrada solamente en el Rio Negro superior, y el C. personatus en el Amazonas superior.

De los curiosos Monos Nocturnos formando el género Nyctipithecus hay dos especies en este distrito; una, que parece ser el N. trivirgatus de Humboldt, es hallada en el distrito de Ecuador, al oeste del Rio Negro superior; la otra, estrechamente relacionada, probablemente el N. felinus, en el Amazonas superior. Sus grandes ojos, cara similar a la de gato, cabello lanudo suave y hábitos nocturnos los vuelven un grupo muy interesante. Son llamados “monos diablo” por los indios, y se dice que duermen durante el día y que deambulan sólo por la noche. He tenido especímenes vivos, pero son muy delicados y mueren pronto.

De los Monos Tití hay tres especies, aunque ninguna de ellas tiene  los característicos copetes de pelo en la cabeza. Cada especie parece estar confinada a un trecho muy limitado del país. El Jacchus tamarin se encuentra sólo en el distrito de Para, donde es abundante. A J. bicolor, una bonita especie gris y blanca, la he visto únicamente en el lado de Guayana del Rio Negro cerca de la ciudad de Barra. Otra especie enteramente negra, con la cara de piel blanca desnuda, habita el distrito del Rio Negro superior. Parece ser bastante nueva.

Los últimos tres géneros parecen ser en gran medida insectívoros, y me inclino a pensar que devoran también aves y mamíferos pequeños. Al menos los que yo tuve vivos intentaban meter dentro de su jaula cualquiera de mis aves que les pasara cerca. El pequeño Jacchus negro mencionado en último lugar era particularmente salvaje. Una vez sujetó un gran loro por el cuello, lo llevó dentro de su jaula, y le sacó de una mordida una buena porción del pico, y probablemente lo habría destruido, de no haber yo oportunamente llegado al rescate. Otras dos aves pequeñas que se acercaron demasiado cerca de su jaula fueron atrapadas y devoradas por completo.      

Haré ahora unos pocos comentarios sobre la distribución geográfica de estos animales.       

En los varios trabajos de historia natural y en nuestros museos, tenemos generalmente indicaciones muy vagas sobre localidad. Sudamérica, Brasil, Guayana, Perú, están entre las más comunes; y si tenemos “Rio Amazonas” o “Quito” atado a un espécimen, podemos pensarnos afortunados de tener algo tan definido: pero ambos están en la frontera de dos distritos zoológicos diferentes, y no tenemos nada que nos diga si uno proviene del norte o del sur del Amazonas, o si el otro del este o del oeste de los Andes. Debido a esta falta de certeza respecto de la localidad, y la confusión adicional creada por equivocar especies relacionadas de países distantes, hay difícilmente un animal cuyos límites geográficos exactos puedan ser trazados en el mapa.       

De esta determinación precisa de la distribución de un animal dependen muchas preguntas interesantes. ¿Las especies estrechamente relacionadas están siempre separadas por un amplio intervalo de territorio? ¿Qué características físicas determinan las fronteras de especies y géneros? ¿Las líneas isotérmicas limitan siempre la distribución de las especies con precisión, o son éstas independientes? ¿Cuáles son las circunstancias que hacen que ciertos ríos y ciertos cordones montañosos sean límites para numerosas especies, mientras que otros no? Ninguna de estas preguntas puede ser satisfactoriamente respondida mientras no tengamos la distribución de numerosas especies determinada con exactitud.

Durante mi residencia en el distrito de Amazonas aproveché cada oportunidad para determinar los límites de las especies, y pronto hallé que el Amazonas, el Rio Negro y el Madeira forman los límites más allá de los cuales ciertas especies nunca pasaron. Los cazadores nativos están perfectamente familiarizados con este hecho, y siempre cruzan el río cuando quieren conseguir animales particulares, que son hallados incluso en la orilla del río de un lado, pero nunca ni por casualidad en el otro. Al acercarnos al nacimiento de los ríos deja de haber un límite, y la mayoría de las especies se encuentran a ambos lados de ellos. Así es que varias especies de Guayana llegan al Rio Negro y al Amazonas, pero no los pasan; por el contrario especies brasileras alcanzan pero no pasan el Amazonas hacia el norte. De Ecuador, varias especies del este de los Andes llegan a descender dentro de la lengua de tierra entre el Rio Negro y el Amazonas superior, pero no pasan ninguno de estos ríos, y otras de Perú están limitadas al norte por el Amazonas superior, y al este por el Madeira. De esta forma hay cuatro distritos, el de la Guayana, el de Ecuador, el de Perú y el de Brasil, cuyos límites a uno de sus lados están determinados por los ríos que he mencionado.

Al ir remontando el Rio Negro la diferencia entre ambos lados del río es muy marcada.

En la parte más baja del río se encontrará al norte el Jacchus bicolor y el Brachyurus Couxiu, y al sur el Pithecia bigote rojo. Más arriba se encontrará al norte el Ateles paniscus, y al sur el nuevo Jacchus negro y el Lagothrix Humboldtii.          

Spix, en su trabajo sobre los monos de Brasil, frecuentemente refiere, “orillas del Rio Amazonas” como una localidad, no estando aparentemente al tanto de que las especies halladas en uno de los lados muy frecuentemente no se presentan en el otro, aunque el hecho es en general conocido por los nativos. En estas observaciones me he referido solamente a los monos, pero el mismo fenómeno ocurre tanto con aves como con insectos, como lo he observado en muchas instancias. 

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Texto en versión original en inglés: John van Wyhe, ed. 2012-. Wallace Online. (http://wallace-online.org/). RECORD: S008. Wallace, A. R. 1852. On the monkeys of the Amazon. Proceedings of the Zoological Society of London 20 (14 December): 107-110.

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