Los Señores Wallace y Bates, dos jóvenes emprendedores y
dignos de admiración, dejaron este país el último mes de abril en una
expedición hacia Sudamérica para explorar algunas de las vastas y no investigadas
regiones de la provincia de Pará, la cual se dice tan rica y variada en sus
producciones de historia natural. Ellos ya han enviado dos hermosos lotes de
insectos de todo orden, conteniendo alrededor de 7000 especímenes en muy buena
condición, y una vasta cantidad de novedades, además de otras especies muy
raras, algunas de las cuales eran conocidas sólo en el mundo entomológico por las hermosas
figuras en Cramer y Stoll, y unas pocas caracolas y pieles de aves. El último
lote es el resultado de su viaje remontando el río Tocantins. El siguiente párrafo
es un extracto de su carta a Mr. S. Stevens, fechada en Pará el 23 de octubre [1848],
a quien los cargamentos han sido remitidos, y quien dispone de ellos (ver
Anuncio en tapa).
“Si alguien tiene curiosidad sobre nuestro viaje remontando
el Tocantins, usted puede informar que ascendimos hasta cerca del 4to paralelo
de lat. S. cerca del Rio Tabocas, habiendo llegado a Arroya, la última morada
de gente civilizada, y pasando un poco más allá para ver los rápidos llamados
Guaribas. Contratamos uno de los pesados botes de hierro con dos velas para el
viaje, con una tripulación de cuatro indios y un cocinero negro. Tuvimos las
dificultades usuales de los viajeros en este país en la deserción de nuestra
tripulación, lo que nos demoró seis o siete días en continuar; el viaje nos
demandó tres semanas hasta Guaribas y dos semanas para retornar. Alcanzamos un
punto a unas veinte millas de Arroya, más allá del cual una canoa grande no
puede pasar en la estación seca, por los rápidos, cascadas y remolinos que aquí
comienzan y obstaculizan la navegación de este magnífico río más o menos hasta
su origen; aquí nos vimos obligados a dejar nuestra embarcación y continuar en
un bote abierto, en el que estuvimos expuestos por dos días, aunque esto fue
ampliamente retribuido por la belleza del escenario, estando el río (aquí de
una milla de ancho) salpicado con isletas rocosas y arenosas de todo tamaño, y
ricamente vestido con vegetación; las orillas altas y ondulantes, cubiertas con
un denso pero pintoresco bosque; las aguas oscuras y translúcidas como cristal;
y la emoción de enfrentar terribles rápidos, etc. actuaron como un estimulante
necesario bajo el calor de un sol ecuatorial, y un termómetro a 95° en la
sombra. Nuestras recolecciones fueron hechas principalmente en la parte baja
del río. Durante las cinco semanas de nuestro viaje no tuvimos lluvia hasta los
últimos dos días. El tiempo aquí es más encantador que nunca; las mañanas
invariablemente buenas, y una llovizna por la tarde cada tercer o cuarto día,
que refresca y revitaliza todo maravillosamente. El calor no es nunca agobiante;
las noches siempre frescas; ciertamente no debe haber clima en el mundo
superior a éste, y pocos iguales. Desde que mandamos nuestra última colección,
hemos ganado experiencia con la rareza de insectos en este país. Los
Lepidoptera son numerosos en especies, pero no en individuos; los Coleoptera
son extremadamente escasos, y otros órdenes son generalmente, como los
Lepidoptera, escasos en individuos; atribuimos esto a la extensión
ininterrumpida de monótonos bosques por la cual la vida animal está escasa pero
ampliamente diseminada. Sin embargo esto hace una diferencia en el valor
comercial de los especímenes. La presente colección es el fruto de dos meses de
atención dedicada y casi exclusiva a los insectos. Caracoles y orquídeas continúan
siendo sumamente escasas.”
Texto en versión original
en inglés: John van Wyhe,
ed. 2012-. Wallace Online. (http://wallace-online.org/). RECORD: S003. Wallace, A. R. 1849. Journey to
explore the Province of Pará. Annals and Magazine of Natural History
(ser. 2) 3 (13): 74-75.
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